miércoles, 24 de febrero de 2010

LUGARES SEGUROS DESPUES DE LOS CAMBIOS ..


No hago comentarios, solamente presento la información. He de aclarar que no he citado la fuente por que ha sido un correo recibido dentro de un grupo de personas de todo el mundo que la conforman y no lleva consigo ninguna firma, seña específica o aclaratoria que disigne al 100% que ha escrito este correo.

Cada cual puede sacar sus propias conclusiones. Es demasiado alarmista? Es este el futuro que nos espera? Podemos confiar en esta informacion ? QUE TAN PREPARADOS ESTARIAMOS, VIVIENDO EN NUESTRAS BURBUJAS DE FANTASIA? pensamos que lo que ha pasado en Haiti, no nos puede pasar a nosotros? Este es el reto.....

Argentina

Frente al sitio en donde nuevas tierras emergerán desde el fondo del Atlántico, entre los extremos de Sudamérica y África, en el momento en que la placa antártica se eleve para acomodarse a la presión entre las placas del Pacífico en la hora del desplazamiento de los polos, Argentina se verá asaltada por una enorme masa de agua que se desplaza tratando de encontrar su nivel. La invasión de las aguas abalanzará sobre las costas, bajo la inmensa presión que un gran volumen de agua puede ejercer. No será sólo una gran ola, sino un inmenso cuerpo de agua de gran altura, que en consecuencia demorará un poco mas en desplazarse. Las aguas empujarán profundamente tierra adentro, no deteniéndose ante las faldas de los cerros o vastas llanuras que de otra manera habrían presentado obstáculo o habrían retardado el desplazamiento de las aguas. El gran volumen de agua que busca encontrar su nivel produce un efecto de aceleración del flujo, donde las aguas se abren paso entre las montañas o trepan por encima de los cerros de baja altura, arrasando con cualquier estructura construida por el ser humano. Acostumbradas a contemplar como las aguas normalmente fluyen tranquilas desde las montañas hacia el mar, repartiéndose por los campos aledaños cada vez que ha habido una inundación, o la suave cadencia de las mareas que suben y bajan, las gentes no tienen noción de la fuerza y el poder devastador de una inmensa cantidad de agua en movimiento.

Quienes pretendan sobrevivir en Argentina, especialmente a lo largo de las costas, deben prontamente reconocer que los cerros aledaños a la costa representan una zona de peligro, y desplazarse hacia el interior para acceder a las cimas de las montañas mas altas que puedan encontrar, si verdaderamente quieren sobrevivir. Los faldeos de la Cordillera de los Andes, en las zonas de Neuquén, o las sierras de Córdoba, representan zonas seguras para escapar de la profunda invasión del Atlántico a lo largo de la costa, aunque todavía estarán expuestas al proceso de erección montañosa y elevación del terreno provocado por efecto de la compresión en el sector del Pacífico. En este sentido, las sierras de Córdoba están menos propensas, situadas a mayor distancia de la zona de división continental. Después del evento, en la nueva posición que la Argentina debe asumir con respecto al Ecuador, quienes se encuentren en Argentina disfrutarán de un clima uniformemente templado, con continuo acceso a la pesca de mar, el que será muy productivo cuando fallen las cosechas de tierra

Buenos Aires

Hoy Buenos Aires es un lugar bendecido por una ubicación ideal, sobre una costa rica en recursos, próxima a la desembocadura de un gran río, rodeada de ricas tierras cultivables, y con acceso a las montañas a sólo 1 día de marcha. Gran parte de esto permanecerá igual después del evento del traslado de los polos, y el clima continuará siendo muy similar al clima actual. Entonces, porqué Buenos Aires no es un buen lugar para enfrentar el evento, ni tampoco para establecerse pasado el evento? Las aguas se comportarán en forma errática, levantándose y azotando la costa en este sector desde mucho tiempo antes del evento. Cuando la rotación se detenga, las aguas oceánicas fluirán desde la zona ecuatorial hacia los polos. Y durante el evento mismo del cambio de polos, nosotros predecimos que una nueva tierra, en realidad un nuevo continente, emergerá del fondo del mar frente al extremo sur de Sudamérica, un poco al norte de la Antártica. Este fenómeno desplazará una enorme cantidad de agua en dirección a cualquier obstáculo que esté frente al nuevo continente, asaltando poderosamente sus costas. Quienes estén en la costa o sobre bajas colinas se verán enfrentados a un inmenso tsunami, que se internará tierra adentro rugiente y explosivo hasta los mismo pies de las montañas. Quienes quieran sobrevivir deberán internarse en las montañas, bien adentro y arriba, hasta que la marea deje de comportarse de manera errática y recobre su tranquilidad, varios días después del cambio de polos. Buenos Aires también sufrirá cuando los actuales polos se derritan, dentro de los dos años siguientes al traslado de los polos, elevando el nivel del mar en unos 200 - 215 metros. Este sólo fenómeno inundará muchos sectores vecinos a Buenos Aires y muchas zonas residenciales, forzando a los sobrevivientes a concentrarse en algunos sectores ya demasiado congestionados y expuestos a sufrir hambrunas. Entonces se inflamarán los temperamentos y estallarán disputas y luchas por la supervivencia, con el resultado final de la supervivencia de unos pocos.

Bolivia

Bolivia está asentada sobre el corazón de la placa sudamericana, sobre roca antigua y sólida que no es propensa a fracturarse. Será elevada todavía un poco mas alto, y su nueva latitud no quedará mucho mas alejada del nuevo ecuador de lo que se encuentra hoy, después del cambio de polos. Así, los sobrevivientes continuarán llevando una vida muy similar a la actual. El Sol se levantará desde un lugar distinto, y los cielos serán un poco mas oscuros debido a la presencia de ceniza volcánica, lo que sorprenderá a los rústicos habitantes de las montañas. Pero por estar por encima de la baja atmósfera, donde el polvo volcánico estará estancado, tiene sus ventajas, y sus habitantes podrán ocasionalmente disfrutar de días claros. La vida será mas dura, como en todas partes, debido a la poca vegetación, pero quienes están acostumbrados a vivir una vida simple encontrarán la forma de salir adelante, en mejor condición que aquellos que hoy disfrutan de la vida fácil de las ciudades. Los habitantes de las zonas rurales de Bolivia sobrevivirán

La Paz

Separada de la cuenca amazónica por un lado, y distante de la costa por otro, La Paz será una ciudad refugio después del evento. Bolivia es un país relativamente pobre, en donde no hay grandes almacenes ni albergues para la gente. Esto inevitablemente llevará a la lucha por cada pequeño trozo de alimento que se pueda encontrar en restaurantes o almacenes, o disputas por un lugar donde guarecerse de la lluvia mientras los dueños de la casa deben pernoctar bajo un techo derrumbado o al interior de una habitación semi-destruida. Con igual rapidez que las gentes se trenzan en peleas después del evento, no contando con recursos ni fuerzas mas allá de lo que el hambre y la vida en intemperie les ha dejado, las disputas pronto desaparecen, y los sobrevivientes gradualmente se reúnen y se establecen para construir una nueva vida. La información será una ventaja resultante de recibir refugiados provenientes desde los cuatro puntos cardinales, ya que la información transmitida de boca a oído será la única fuente de noticias con que se podrá contar. Será una catástrofe que afectará a todo el mundo, y la vida en cualquier otra parte donde nos dirijamos, nunca podrá ser mucho mejor.

Brasil

Brasil sufrirá durante el próximo cambio de polos y también después del evento, no sólo por su proximidad al futuro Polo Norte de la Tierra, sino también porque será invadido por las aguas del mar que provienen desde el Sur, en el momento en que nuevos territorios emergen desde el fondo del mar entre los vértices de África y América del Sur. Puesto que las aguas desplazadas por estos territorios que emergen tiene que dirigirse hacia algún lugar, las aguas se precipitan en dirección al Norte, cubriendo todas las tierras bajas que encuentran a su paso. La masa de agua se abalanza sobre las costas pasando por encima de los pequeños cerros costeros y vertiéndose hacia los bajos valles interiores, que por algún tiempo se convertirán en un verdadero mar interior. Los habitantes de las colinas cercanas al mar deben evaluar apropiadamente el significado y las proyecciones de este fenómeno, escapando anticipadamente tierra adentro y localizándose en los lugares de mayor altura que puedan encontrar, que estén también protegidos de los poderosos vientos, para evitar ser barridos por la alta e incontenible marejada que ingresa o las arremolinadas olas que posteriormente se retiran de regreso al mar. En la hora del cambio de polos, los aterrorizados sobrevivientes se encontrarán en una situación difícil, primero con las aguas avanzando por encima de las colinas vecinas, luego derramándose sobre los valle aledaños, y finalmente retirándose hacia el mar por las cuencas de los ríos arrastrando todo lo que encuentran. Las colinas y tierras mas altas del Sur del Brasil se encontrarán por encima del nivel del mar después del evento, y no serán parte del proceso de erección montañosa durante el evento. Al igual que las planicies saladas del estado de Utah en los Estados Unidos, la antigua roca sólida y altamente estable que encuentra en la provincia de Paraná será también resistente a la fracturación durante el cambio de polos.

Acostumbrados a una naturaleza cálida, los sobrevivientes del actual Norte del Brasil se encontrarán impactados al verse temblando de frío, ya que sus territorios se moverán desde una posición sub-tropical hacia el interior del nuevo círculo polar. Quienes están localizados tierra adentro, en sectores altos por encima de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales o la invasión del mar que la cuenca amazónica estará propensa a sufrir, ellos se encontrarán con un clima mas moderado, no tan diferente de los que ellos vivieron en tiempos pasados.

Sâo Paulo

El estado de Sâo Paulo estará idealmente situado después del cambio de polos, con un constante clima templado y buen acceso a la pesca de mar. Pero durante la hora del cambio de polos, quienes deseen sobrevivir deben dirigirse a los punto se mayor altura sobre las montañas del sector. Nuestra recomendación general de dirigirse a 160 Km. hacia el interior y estar a unos 70 metros de altura sobre el nivel del mar no se aplica a sectores destinados a sufrir el embate de inmensas marejadas. En la hora del cambio de polos el Pacífico se estrechará notablemente, y nuestros análisis de los puntos débiles de la corteza terrestre señalan que la placa antártica se debe levantar, desatando la emergencia de nuevas tierras desde el fondo del mar en la zona localizada entre los extremos de África y Sudamérica. El agua desplazada por este surgimiento se alejará en todas direcciones, azotando las costas atlánticas de Sudamérica con una inmensa masa de agua bajo presión. En este tipo de tsunamis, de acuerdo a quienes los han presenciado, no se comportan como las marejadas normales, porque las aguas trepan por encima de cualquier obstáculo a fin de disipar la presión que viene detrás. Estas aguas en movimiento mantienen su momentum, a pesar del efecto de la gravedad. Esto significa que quienes busquen refugio de los vientos en las colinas cercanas verán una inmensa pared de agua rugiente que proviene desde la costa, que los rodea y luego se yergue por encima de ellos y los arrastra. Incluso los puntos de mayor altura cerca de la costa se verán sobrepasados por el agua. Es necesario analizar la topografía del terreno, para encontrar aquellos puntos altos que estén localizados bastante mas adentro del territorio, como para que la fuerza del agua llegue atenuada por los obstáculos del terreno, donde exista un canal de drenaje que permita que las aguas circulen sin llegar al punto mas alto. Puesto que también deben esperar el efecto de potentes huracanes en la hora del cambio de polos, quienes pretendan sobrevivir deben estar bien anclados al terreno para no ser arrastrados.

Minas Gerais

Minas Gerais está localizado sobre un sector relativamente protegido de las altas marejadas que azotan las costas atlánticas, impulsadas por el desplazamiento de agua producto del surgimiento de nuevas tierras entre los extremos de Sudamérica y África. Aquí se aplica nuestra recomendación general de desplazarse a unos 160 Km. tierra adentro y posicionarse a unos 70 metros de altura sobre el nivel del mar, a fin de evitar los efectos del alto tsunami. Sin embargo, el clima de Minas Gerais cambiará de ser tropical o sub-tropical a un clima casi polar, puesto que el nuevo Polo Norte estará ubicado frente al vértice del Brasil. Así como hoy podemos tomar un globo terráqueo y medir la distancia que existe entre el Polo Norte y Alaska o Siberia, esa misma distancia se debería aplicar entre el futuro Polo Norte, uno poco mas afuera del vértice de Brasil, y el estado de Minas Gerais. Este será su nuevo clima. En consecuencia, quienes se hayan salvado de las marejadas y de los cataclismos guareciéndose en cabañas de madera o en refugios subterráneos, muy pronto perecerán de frío si no están preparados para enfrentar este tipo de clima.

Goias

Goias no sólo permanecerá a salvo de las marejadas que asaltan las costas atlánticas que miran hacia el Atlántico o hacia la Antártica, sino que también permanecerá por encima del nuevo nivel del mar resultante de los casquetes polares que se funden. La cuenca amazónica quedará inundada, permanentemente, y se congelará en todo el sector que esté posicionado dentro del nuevo círculo polar norte. En consecuencia, existe algún grado de peligro para los territorios que bordean la cuenca amazónica, de ser arrastrados por las aguas que se vierten sobre la cuenca amazónica sin tener otra salida, vaciándose sobre terrenos que aún no están congelados. Este nuevo gran lago interior ofrecerá facilidades de pesca nunca antes consideradas por los habitantes de Goias. El gran problema será el cambio climático, que convertirá la región en un sector frío, de manera que los sobrevivientes deben estar preparados para enfrentar un clima frío, y estudiar, por ejemplo, cómo los habitantes de Canadá lo hacen para desempeñarse en este tipo de clima. La fauna y flora locales igualmente sufrirán los efectos del nuevo clima.

Pernambuco

El estado de Pernambuco yace sobre el vértice del Brasil, y en consecuencia estará próximo al punto donde se debe posicionar el nuevo Polo Norte. El pasar el Planeta 12 entre la Tierra y el Sol, el Polo Sur se eleva hacia el Norte a medida que pasa el Planeta. Así, luego de experimentar un caluroso largo día durante la semana de detención de la rotación de la Tierra, los habitantes de Pernambuco verán que la temperatura baja de manera sostenida. Es posible hacerse una idea de cuán frío será el clima observando cómo es el actual clima en la Antártica o en el círculo polar norte. A menos que estén preparados para enfrentar ese tipo de clima, preparación que hoy creemos prácticamente imposible para los tropicales residentes de Pernambuco, ellos se congelarán o perecerán de frío con gran rapidez. El mejor plan para ellos sería trasladarse hacia los Andes, por encima de la tierras bajas que se convertirán en una gran bahía interior cuando los casquetes polares se derritan. Un traslado tan costoso como éste no debería ser dejado para el último minuto, cuando el pánico y la desorientació n harán presa de todos los viajeros

Chile

Chile se ubica en altura a lo largo de la costa de Sudamérica. Pero precisamente por sus altos riscos es que el asalto del mar será inesperadamente alto durante el cambio de polos. Las aguas no tendrán hacia donde fluir, de manera que la presión de la masa de agua detrás de la ola la empujará a trepar por encima de los obstáculos que encuentre en su camino. Este fenómeno en el caso de Chile es de corta duración, sólo unas pocas horas. Pero dura lo suficiente como para inundar los valles cercanos a la costa. Cualquiera de estos valles podrá verse inundado, no sólo porque la barrera montañosa que lo protege sea baja, sino porque cuando las aguas penetran por sectores donde hay cerros mas bajos, también tienden a buscar el terreno mas bajo. Así, en muchos casos se podrá observar que las aguas parecen provenir desde tierra adentro. Para quienes habitan en territorios cercanos al mar y a lo largo de la costa, en donde el agua no tiene donde ir sino trepar por encima de cualquier obstáculo, lo mejor sería que se dirigieran hacia las montañas y se posicionaran a una altura de miles de metros, y esperaran un par de días antes de regresar a sus hogares. De esta manera, sus hogares podrán verse inundados, pero ellos no perecerán.

Santiago

Chile tiene zonas de altura y zonas costeras, no existiendo un extenso territorio entre ellas. La pesca y la agricultura en sus valles son las fuentes principales de alimentación. Después del cambio de polos, donde las aguas se precipitarán rugientes sobre las costas y treparán por encima de los obstáculos costeros, y los terremotos que azotarán todo el planeta destrozarán los puentes y los caminos se verán cortados por los derrumbes de las elevadas montañas vecinas tan susceptibles a los desplazamientos del terreno, se vivirá en aislamiento. El clima continuará siendo templado, con excelente pesca. Sufrirán serán aquellos cuyas actividades son dependientes de las comunicaciones con otras zonas, o transportando bienes de entrada y salida, o que llevan vidas fáciles y acomodadas. Como ocurrirá con todos aquellos acostumbrados a vivir una vida fácil, por encima de quienes deben diariamente laborar hasta que sus manos y espaldas quedan adoloridas y no dependen del trabajo de nadie mas para poder subsistir, aquellos que están acostumbrados a vivir una vida acomodada se verán impotentes de poder transar ninguno de sus estúpidos servicios y juguetes tecnológicos, y es posible que mueran de hambre. Los antiguos sistemas y estructuras sociales patriarcales, y esencialmente la esclavitud de las clases trabajadoras ejercida por los ricos, se terminarán, y quienes pretendan regresar a estos viejos sistemas no serán escuchados.

Colombia

Colombia representa las tierras altas donde acudirán los frenéticos sobrevivientes del colapso de América Central durante el cambio de polos. Puesto que Panamá es el punto en donde hoy las aguas fluyen entre el Pacífico y el Caribe, es un puente que caerá rápidamente en la hora del traslado de los polos. Sin embargo, todos aquellos sobrevivientes que se encuentren aferrados a algún elemento flotante serán llevados por las corrientes hacia las costas de Colombia, anhelando ser rescatados y encontrar alimento y abrigo. Así, en mayor medida que otros países vecinos, durante el cambio de polos Colombia se convertirá en un hospital y campo para refugiados de otras naciones. También desde la cuenca del Amazonas, habrá emigración de gentes que busquen dirigirse a tierras mas altas. Debido a que el sector amazónico estará inundado durante un par de años después del cambio de polos, tanto los humanos como la población animal se estarán trasladando hacia otros lugares. Entonces las tierras altas de Colombia serán un sitio de gran interés, donde habrá todo tipo de conflictos después del evento. Las guerras por drogas, que a menudo han dominado el escenario colombiano, serán inexistentes, puesto que el tráfico será imposible. Sin embargo, las drogas serán todavía utilizadas para atenuar el horror de la situación por aquellos que sigan este camino. Al igual que en todos los países del mundo, pasado el evento se producirá un gradual cambio de la gente hacia la orientación de Servicio Al Prójimo, en donde se compartirá los suministros entre todos ellos, y en donde una actitud de ayuda mutua tomará el lugar que hoy ocupan grupos que intentan elevarse por encima de los demás en busca de prestigio y poder. Por supuesto, este es un cambio que demora varias décadas para hacerse evidente, ya que Colombia continuará por algún tiempo siendo un país, en donde en gran medida domina el poder de las armas.

Bogotá

Sobre las tierras altas de Colombia, Bogotá es un lugar donde hay constantes luchas entre grupos que se disputan el poder. El gobierno constantemente combate a los carteles de las drogas y a los rebeldes que intentan ejercer el poder, mientras variados grupos de traficantes de USA también participan proporcionando fondos a los locales en la medida que les son útiles. De qué manera cambiará esta situación cuando ocurra el cambo de polos? En primer lugar, no habrá sistemas de comunicaciones, ya que los teléfonos, la radio y la televisión quedan muertos, y todos ellos dependen de estos medios para planificar sus acciones. En segundo lugar, los caminos, los puentes y las vías de ferrocarril quedan destrozados, las pistas de aterrizaje destrozadas, y los helicópteros también destrozados por los vientos con fuerza de huracán. En tercer lugar, todos los grupos de poder con excepción del gobierno verán en esta destrucción una oportunidad para tomar el poder, e intentarán hacerlo. Entonces, Bogotá estará sometida a repetidos cambios de grupos que la controlan, donde éste o aquel líder guerrero se declarará en control del país, mientras el resto del país no tiene ningún interés en lo que acontece en Bogotá.

Ecuador

Ecuador monta encima de los Andes y enfrenta al Pacífico. Estará encerrado entre el proceso de erección montañosa que en forma segura debe ocurrir en el próximo cambio de polos en la medida que el Océano Pacífico se estrecha, y el asalto de las aguas de Pacífico que se desplaza durante la semana de detención de la rotación y también durante el cambio de polos. Los asustados habitantes de Ecuador sentirán que no tienen donde ir en busca de un lugar seguro. El gran tsunami que azotará las costas en la hora del cambio de polos hará que quienes deseen sobrevivir se dirijan hacia el interior y retornen a sus hogares cercanos a la costa cuando ya el cruento evento ha pasado. Los volcanes activos, y también aquellos que hoy duermen, reaccionarán con tremendo estruendo escupiendo lava y lanzando cenizas volcánicas que perdurarán en la atmósfera y los Andes como un pesado manto por varias décadas después del evento, donde el sector Oeste (hoy Sur) lleva la peor parte. Sin embargo, la línea costera permanecerá muy similar a la actual, puesto que el levantamiento del terreno por efecto de la erección montañosa contrarrestará el incremento de nivel del mar provocado al derretirse los polos. Aquellas ciudades costeras que hoy se yerguen cientos de metros por encima de las olas, se encontrarán muchas de ellas por encima del mar, donde la pesca será fuente a alimento para los sobrevivientes del evento. La zona costera será la clave de la supervivencia en las oscuras décadas posteriores al cambio de polos, puesto que los huertos no será productivos, mientras el mar se poblará de vida y será fructífero. El clima permanecerá muy parecido al actual, casi tan próximo al nuevo Ecuador como lo está hoy. Quienes pretendan sobrevivir deben localizarse a unos 160 Km., o aún mejor, a unos 320 Km. De distancia de cualquier volcán que pudiera entrar en erupción, y retornar a la costa después del traslado de los polos cuando se observen condiciones favorables.

España

Nunca en la historia acosada por el mar, cuando las marejadas crezcan España descubrirá que esa tierra antes considerada segura, ya no lo es. En la hora del cambio de polos, la expansión del Atlántico jalará España hacia abajo en un promedio de 17 metros, de tal forma que las costas se verán inundadas por altas marejadas, y las aguas penetrarán hacia el interior a través de las cuencas de los ríos. Muchos huirán hacia las montañas del Norte de España, pero debido al ensanchamiento del Atlántico gran parte de estos territorios se hundirán, y quienes queden allí se encontrarán amontonados sobre los picos que todavía se asomen fuera del agua, sin tener adonde ir. Se encontrarán sobre islas, mirando por encima de una ancha extensión de agua en dirección a los Alpes, también colmados de gentes desesperadas que treparon hasta allí mientras las tierras bajas desaparecían bajo la invasión de las aguas, y en dirección al África, que debería ser la mejor alternativa cuando se trata de escoger un lugar para emigrar hacia un lugar menos poblado. Debido a su relativamente elevado macizo de tierra, África estará casi completamente por encima de las aguas, aún después de que los casquetes polares se derritan y el nivel del mar se eleve en unos 215 metros en todo el mundo.

Madrid

Madrid tendrá que vivir el horror de ver cómo los océanos y mares que rodean España se precipitan sobre la ciudad, rugiendo arremolinados, trepando por encima de los obstáculos o por los lechos de los ríos, primero desde una dirección y luego desde la dirección contraria, y por momentos desde ambas direcciones simultáneamente, ya que el alcance de un cuerpo de agua depende de su masa y profundidad. La confusión se hará generalizada, especialmente entre aquellos que no se informaron del evento por venir, mientras los residentes se abalanzarán sobre los cerros mas próximos o encima de los techos, tan sólo para luego ser arrastrados por las aguas. La única seguridad podrá ser encontrada en los mas altos picos del Norte de España, lejos del flujo cruzado de las aguas.

Islas Canarias

Las Islas Canarias se plantan mar afuera sobre el Atlántico, tan próximas a la actual línea del ecuador como a la futura, disfrutando de un delicioso clima y brisas marinas. Las tormentas son su única preocupación, y las tormentas serán su gran problema durante el cambio de polos. Rodeadas por el mar, y sin ningún reparo, las islas se verán barridas por masivas marejadas que chocan en la medida que el océano se mueve sucesivamente hacia y desde los polos, y hacia adentro y afuera del Mediterráneo. Los vientos huracanados se desatarán sobre la islas con toda su fuerza, de tal manera que quienes busquen refugiarse de la invasión del mar sobre las cimas de los cerros, se verán arrasados por los vientos. Quienes quieran sobrevivir deben ser advertidos de dirigirse hacia otros lugares, y quedarse allí hasta bastante tiempo después de pasado el evento. Será posible que el volcán La Palma, ya debilitado desde hace tiempo, experimente un terremoto y se desplome dentro del mar antes de que llegue el cambio de polos, provocando así un enorme tsunami? Desde hace tiempo se ha postulado que las islas Canarias son frágiles, y que colapsarán dentro del mar al ocurrir un próximo terremoto, creando un tsunami. Esta es sólo una absurda teoría humana. . Un deslizamiento de tierra bajo el mar no hará que una masa de agua viaje a través del océano, sino mas bien un vacío sobre el cual se precipitará el agua para llenarlo. Así, lo que debe acontecer es un gran embudo de agua sobre el cual se precipita el agua para llenarlo, y luego salir de él, con efecto local solamente.

Las Islas del Mediterráneo

Las islas del Mediterráneo, mar que en el cambio de polos también estará en movimiento como cualquier otro gran cuerpo de agua, serán barridas por el mar, a menudo procedente de varias direcciones diferentes simultáneamente, chocando en la cúspide de cada isla, barriendo completamente las islas y a cualquier ser humano que se haya apostado aún en los sitios mas altos. Normalmente las aguas que asaltan las costas provienen de una sola dirección. Pero las pequeñas islas del Mediterráneo estarán en ocasiones en medio de una colisión entre diferentes masa de agua. Y cuando las aguas no tienen donde ir, van hacia arriba. Adquieren así alturas que asombrarían a la humanidad, que nunca ha visto ni en su vida actual ni en toda su historia nada que se le parezca. Quienes fueron testigos de estos levantamientos de agua en remotas épocas pasadas, simplemente perecieron ahogados.

México

México en general lo hará bien durante el cambio de polos, ya que las placas en subducción son mas un problema para la Costa Oeste de Canadá y los Estados Unidos que para México, existiendo placas fracturadas en la zona de América Central que pueden absorber el choque. Mientras gran parte de México debe permanecer intacta después del cambio de polos, aquellos sectores aledaños a América Central experimentará n la misma destrucción proveniente del cruce de líneas de fallas y el colapso de las placas tectónicas, que la que experimentará n América central y el Caribe. Cuando grandes placas tectónicas están en movimiento, estrellándose unas contra otras, las placas mas pequeñas son aplastadas. México cuenta con el seguro adicional de que América Central desaparecerá bajo las aguas al estrecharse el Pacífico, siendo estas pequeñas placas centroamericanas las que absorberán el impacto contra las grandes placas que las rodean, por ser el punto de menor resistencia. Lo mas conveniente sería permanecer en el sector central de México

Las zonas desérticas y semi-desérticas al interior de México, que normalmente sufren de falta de agua cuando los vientos de Oeste irrumpen trayendo alguna humedad a la zona, verán cambiar sus climas. Abundante vegetación florecerá allí después del evento, por haber cambiado el clima, que entonces será templado y relativamente cercano a la nueva línea del ecuador. Habiendo océanos un los nuevos puntos Norte y Sur, habrá lluvias en abundancia y los antiguos desiertos florecerán. Sin embargo, al igual que en cualquier otro país, en México será necesario tomar algunas precauciones al escoger un lugar seguro al interior de México. Como en cualquier otro país, será necesario evitar la cercanía de volcanes activos e inactivos, permaneciendo a una distancia de por lo menos 160 Km. De ellos. Sin embargo, la actividad volcánica que actualmente plaga el Sur de México se desplazará hacia el lejano Oriente del futuro México, estallando en lejanos sectores en lugar de desplazarse sobre el terreno. La línea costera debe ser evitada, permaneciendo por lo menos a unos 320 Km. Al interior y a unos 70 metros de altura, a fin de evitar la inundación del mar.

Ciudad de México

Ciudad de México deberá soportar un gran sufrimiento durante el cambio de polos, debido a la cercanía del gran volcán Popocatepetl, uno de los mas grandes volcanes activos, y otros volcanes en la vecindad. Debido al estrechamiento del Pacífico, y al colapso de las pequeñas placas tectónicas de América Central y el Caribe por ser el eslabón mas débil, el magma debajo del territorio mexicano estará en movimiento y bajo presión. El magma también buscará el eslabón mas débil, que en este caso ciertamente será cualquier volcán activo. Las carreteras de entrada y salida a Ciudad de México estarán intransitables, mientras millones de gentes encerradas en la ciudad perecen por efecto de los vapores tóxicos y las cenizas ardientes. Un verdadero holocausto. Muy pocos sobrevivirán en esa ciudad, y quienes sobrevivan quedarán enfermos por intoxicación con los humos y las cenizas. Quienes quieran sobrevivir deben buscar refugio en las mesetas desiertas, lejos de las costas y los volcanes, y poniendo distancia entre ellos y la placas que colapsan de América Central.

Guadalajara

Guadalajara, situada cerca de la costa occidental de México, disfruta hoy de la cercanía del mar. Pero esta misma cercanía será fuente de pesar para sus residentes durante el traslado de los polos. El Pacífico se estrecha, el Atlántico se ensancha, y América Central colapsa, creando un curso de agua mucho mayor del que actualmente permite el Canal de Panamá. El agua se abalanzará desde al Pacífico hacia el Atlántico, rugiendo a lo largo de la costa de México en camino hacia su destino. Una masa de agua en rápido desplazamiento puede resultar empujada hacia arriba, encrespándose e invadiendo la costa en la forma de un gran tsunami, para aliviar así la presión, alcanzando a las puertas de Guadalajara. Se presentará así algo mas que una simple inundación. Las aguas rampantes barrerán con todo lo que encuentren a su paso. Después del evento, las costas frente a Guadalajara quedarán bajo el agua por efecto de la elevación en el nivel del mar provocada por la fundición de los casquetes polares. A cambio, Guadalajara tendrá un cercano acceso al mar, donde habrá abundante pesca. La lluvia será abundante, permitiendo algunas cosechas de oscuridad, teniendo un clima templado muy parecido al actual.

Baja California

Mientras las aguas de los mares se revuelven alborotadas y se abalanzan sobre las costas, las penínsulas llevan la peor parte. En esos lugares ocurren colisiones entre grandes masas de agua, creando situaciones que nunca ocurren en las costas de los territorios normales que tienen un solo costado expuesto al contacto con las aguas y que por lo tanto están expuestas a un flujo de agua que proviene desde una sola dirección. Una península, y especialmente una península estrecha y donde prácticamente no hay zonas altas, no solamente será barrida por encima de toda su superficie cuando los mares se abalanzan sobre ella, sino que además se encontrará en un punto en donde diferentes masas de agua en movimiento entran en colisión. Cómo ocurre esto? Al estrecharse el Pacífico, Baja es primeramente barrida por aguas provenientes del Pacífico, que luego se precipitan sobre la costa continental habiendo sido en alguna medida atenuadas al pasar por encima del obstáculo representado por la península de Baja. Pero a continuación las aguas se retiran buscando su nivel mas bajo, y retornan sobre la península. En este viaje de retorno hacia Baja, que es un poco mas lento en consideración del efecto de atenuación antes introducido por su primera pasada por encima de Baja, se encuentran de frente en contra de nuevas masas de agua que provienen desde el Pacífico donde las aguas que se retiran lo hacen con mayor frecuencia. De manera similar, la devastación provocada en los edificios altos de una ciudad por los movimientos sísmicos tiene en gran medida su origen en la diferente frecuencia de oscilación estructural de los edificios de diferentes alturas, en relación con la frecuencia de los sismos. Ellos se precipitan unos contra otros. Durante el proceso de recesión de las aguas posterior al cambio de polos, Baja no sólo se encontrará con aguas que se están retirando en ambas direcciones, sino con masas de agua que provienen desde ambas direcciones, chocando entre sí y empinándose por encima de los territorios de la península. Allí el terreno será repetidamente barrido por las aguas, y nada podrá sobrevivir.

Chihuahua

Los desiertos que rodean Chihuahua serán tropicales y fértiles en el futuro, pero la re-hidratació n de los desiertos es un proceso que demora algún tiempo. No sólo meses, o años, sino décadas, para que lleguen a florecer. Los desierto no sólo han estado sometidos a un proceso de calcinación, sino que además adolecen de falta de bacterias y humus, necesarios para ayudar al crecimiento de vida vegetal. Calcinado y sin agua, gran parte del terreno no tiene vida, y sin tierra vegetal ni puntos de humedad que capturen las aguas de lluvia, el escurrimiento del agua dejará todavía mas limpio el terreno de toda traza de tierra vegetal y humus, durante los primeros años después de pasado el evento. Gradualmente se formarán sectores de acumulación de humedad en puntos en que donde no hay escurrimiento del agua, donde gradualmente se depositará material fértil. Este proceso puede ser ayudado por el hombre, mediante la erección de represas de roca, que impidan el escurrimiento del agua. Poco a poco llegará nueva fauna y flora, que poblarán las áreas húmedas y pozos de agua, dando así comienzo a la formación de una región sub-tropical. Durante el cambio de polos, la mayor preocupación de los habitantes de Chihuahua y sus alrededores se dará por la cantidad de habitantes que llegan desde zonas mas pobladas, desde Ciudad de México, quienes se han informado a última hora del evento que se avecina y huyen hacia el norte para ponerse a salvo de los volcanes. Es poco probable que estos súbitos emigrantes se queden en zonas que hoy son desiertas, y es muy posible que continúen su viaje hacia el interior de los Estados Unidos, hacia regiones de las que antes oyeron comentarios de familiares y amigos que trabajaron en los Estados Unidos. En consecuencia, serán viajeros, no colonos, quienes serán la mayor preocupación para los habitantes sobrevivientes en la zona de Chihuahua.

Perú

Perú está instalado en las alturas de los Andes, y se montará mas alto después del cambio de polos debido a su posición por encima de la zona de subducción donde las placas tectónicas del Océano Pacífico se están sumergiendo por debajo del continente que está bajo un proceso de erección montañosa. El aumento en la altura hace que el aire esté enrarecido, elemento ya suficientemente conocido por muchos peruanos, y debido al transitorio desgarramiento atmosférico provocado por las explosiones atmosféricas en los momentos del desplazamiento polar, esto puede llegar al sofocamiento en las localidades mas latas. A lo largo de la costa también existe el riesgo de grandes maremotos, puesto que las masa de agua que avanza bajo presión no tiene donde ir y trepa por encima de los obstáculos que encuentra a su paso. Entonces, los valles del interior son los sitios que ofrecen las mejores probabilidades para la supervivencia durante el cambio de polos. Después del evento, Perú se encontrará bajo un clima igualmente templado, recostado en posición paralela por encima de la nueva Línea del Ecuador, con próximo acceso a la pesca de mar que será muy productiva en los años posteriores al cambio de polos, y en donde el crecimiento de algas marinas se verá favorecido por el aumento de dióxido de carbono atmosférico. Los sufridos nativos del Perú, antes abandonados y explotados por las clases dominantes, pero ahora enfrentados sólo a las dificultades de una vida dura y esforzada, sobrevivirán.

Venezuela

Venezuela y otros países que bordean el Mar Caribe y América Central deben procurar evitar la actividad volcánica y buscar las tierras altas para enfrentar el evento del desplazamiento de los polos, puesto que el Caribe y América Central colapsarán aplastados por el choque entre placas tectónicas que se verifica durante el cambio de polos, dando paso para que las aguas se precipiten en avalancha hacia el Pacífico y el Atlántico con toda facilidad. La rápida desaparición de las placas del Caribe creará una súbita compresión del agua encima de dichas placas, que no tendrá adonde ir. Al estrecharse el Océano Pacífico, el camino libre que ha quedado por el colapso de América Central permite que las aguas del Pacífico se precipiten poderosamente sobre el Atlántico, su velocidad aumentada por el estrecho paso que se ha abierto para ellas. Los habitantes de las costas de los países vecinos a esta horrorosa pesadilla deben trasladarse profundamente tierra adentro y buscar tierras altas, mucho mas allá de nuestra normal recomendación de unos 160 Km. Tierra adentro y por sobre 200 metros de altura sobre el nivel del mar. Mientras mas lejos al interior, mejor. De lo contrario la pesadilla caerá sobre vosotros.

Caracas

Durante el cambio de polos algunas ciudades venezolanas tales como Caracas se encontrarán súbitamente invadidas por una masa de agua de la que no podrán escapar. Al estrecharse dramáticamente el Pacífico y ensancharse el Atlántico, las aguas se precipitarán a través de Centroamérica para llenar el vacío en el Atlántico. No será un benigno tsunami, una simple marejada que lentamente se levanta permitiendo que aquellos que estén en su camino busquen algún elemento de flotación o trepen dentro de un bote. Ni siquiera serán olas, que se precipitan sobre los habitantes, y que permiten que muchos de ellos aprecien en la distancia la altura de las olas y corran hacia sitios mas altos. La potencia, la furia y la velocidad del agua en movimiento puede ser hoy estimada mediante la imagen de una inundación que vierte violentamente en el mar, o el agua a presión que permite que las mangueras de los bomberos puedan dispararla a gran distancia. Aún así, es posible que nuestra estimación se quede corta. La velocidad y la fuerza del agua en movimiento depende del peso del agua que viene detrás, que busca su nivel. En el caso de la tremenda diferencia existente entre el Pacífico y el Atlántico, en el instante del cambio de polos, el peso es simplemente inmenso. Así, las costas que bordean este torrente de agua se enfrentarán a la violencia de su paso, súbitamente encrespándose en una marejada cuya altura horrorizará a aquellos que creían haberse posicionado a una altura suficiente. Quienes pretendan sobrevivir en las costas de Venezuela, en realidad no tendrán ninguna posibilidad de supervivencia. Loas ciudades quedarán arrasadas, arrancadas desde sus propios cimientos, y arrastradas hacia la frías aguas del Atlántico para convertirse en sedimentos del fondo. La muerte por inmersión será inevitable

La Caixa y el Círculo de Empresarios tienen "sobrecarga de trabajo" y es lógico: engañar a la gente lleva su tiempo.


El diario Público comenta en un artículo que los estudios realizados en años anteriores por "expertos" que defienden la crisis de las pensiones públicas y su progresiva privatización y que generalmente son financiados por la banca y la patronal no suelen acertar nunca en sus previsiones (El sistema de pensiones sobrevive a los "expertos").

Con tal motivo, el diario se quiso poner en contacto con La Caixa y el Círculo de Empresarios, dos instituciones que financiaron estudios de estos "expertos" especializados en fallar reiteradamente en sus previsiones catastrofistas. Pero ninguno de los dos han querido ahora comentar esos estudios alegando que tienen "sobrecarga de trabajo".

A mí, la verdad, no me extraña que estén sobrecargados de trabajo: engañar a la gente lleva su tiempo.


Nota.

Como dice Público, los economistas al servicio de estas entidades ha fallado siempre en sus previsiones.

Así, Herce (Herce, José A. “Declaraciones en la comparecencia en la Comisión no permanente de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto deToledo del Congreso de los Diputados el 9 de junio de 2009”. Diario de Sesiones, nº 305, p. 16. 2009.) aseguraba en junio de 2009 que "el sistema público de pensiones español entrará en déficit en torno al año 2020", una predicción ampliamente difundida por los medios y que lógicamente conllevaba la natural preocupación a los ciudadanos. Pero este mismo autor había pronosticado en un trabajo publicado en 1995 que la Seguridad Social tendría un déficit del 0,62% del PIB en 2000 y del 0,77% en 2005; en otro trabajo de 1996 que el déficit sería del 1,37% del PIB en 2000 y del 1,80% en 2005; en otro estudio con J. Alonso que sería del 0,96% del PIB en 2000 y del 1,17% en 2005 y en su último estudio de 2000 que sería del 0,16% del PIB en 2005 y del 0,03% en 2005 (Herce, José A. et alia, 1996. "El futuro de las pensiones en España: Hacia un sistema mixto". Servicio de Estudios de La Caixa. Barcelona. 1996).

Sin embargo, lo cierto fue que que al finalizar el año 2000 la Seguridad Social no registró déficit como todos estos autores habían pronosticado sino un superávit del 0,4%, y del 1,1% en 2005.

También erraron otros defensores de las tesis liberales como Piñera y Weinstein (1996) que habían pronosticado un déficit del 0,42% del PIB para 2000 y del 0,75% para 2005, Barea y otros investigadores que afirmaron que sería del 1,61% del PIB en 2000 e incluso el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (1995) que estimó un déficit del 0,10% del PIB en 2000 y del 0,40% para 2005 (Ver Herce, José A. y Alonso, Javier. “La reforma de las pensiones ante la revisión del Pacto de Toledo”. La Caixa. Barcelona 2000).

Más datos en el libro de Vicenç Navarro, Juan Torres López y Alberto Garzón, "¿ESTÁN EN PELIGRO LAS PENSIONES PÚBLICAS? Las preguntas que todos nos hacemos las respuestas que siempre nos ocultan", editado por ATTAC y de inminente aparición.

Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla, colaborador habitual de Rebelión, editor de www.altereconomia.org y miembro del Consejo científico de ATTAC-España.

Su web personal: www.juantorreslopez.com

La tormenta solar del fin del mundo...

Bastante bien que lo tenian guardado los de la NASA, ahora que "coincidencia" con todo lo que esta aconteciendo en el Mundo a todos los niveles, nos llega la confirmación de los Falsimedias, de tormentas solares. Acaso no es algo de lo que ya habíamos hablado antes..??, bueno como no van a hacer nada para salvar a nadie, pues ya sabeís estimados Navegantes, que a partir de ahora seaís mandatarios dignos de vuestra propia supervivencia.. La unión hace la fuerza, ahora más que nunca... DESPIERTA¡¡

El escenario podría ser cualquier gran ciudad de Estados Unidos, China o Europa. La hora, por ejemplo, poco después del anochecer de cualquier día entre mayo y septiembre de 2012. El cielo, de repente, aparece adornado con un gran manto de luces brillantes que oscilan como banderas al viento. Da igual que no estemos cerca del Polo Norte, donde las auroras suelen ser comunes. Podría tratarse perfectamente de Nueva York, Madrid o Pekín. Pasados unos segundos, las bombillas empiezan a parpadear, como si estuvieran a punto de fallar. Después, por un breve instante, brillan con una intensidad inusitada... y se apagan para siempre. En menos de un minuto y medio, toda la ciudad, todo el país, todo el continente, está completamente a oscuras y sin energía eléctrica. Un año después, la situación no ha cambiado. Sigue sin haber suministro y los muertos en las grandes ciudades se cuentan por millones. En todo el planeta está sucediendo lo mismo. ¿El causante del desastre? Una única y gran tormenta espacial, generada a más de 150 millones de kilómetros de distancia, en la superficie del Sol.

Y no es que de repente hayamos decidido alinearnos entre las filas de los catastrofistas que predican el fin del mundo precisamente para 2012. Pero lo descrito arriba es exactamente lo que pasaría si el actual ciclo solar (que acaba de empezar después de más de un año de completa inactividad) fuera sólo la mitad de violento de lo que se espera. Así lo dice, sin tapujos, un informe extraordinario financiado por la NASA y publicado hace menos de un año por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS). Y resulta que, según el citado informe, son precisamente las sociedades occidentales las que, durante las últimas décadas, han sembrado sin quererlo la semilla de su propia destrucción.
«Un posible desastre»Se trata de nuestra actual forma de vida, dependiente en todo y para todo de una tecnología cada vez más sofisticada. Una tecnología que, irónicamente, resulta muy vulnerable a un peligro extraordinario: los enormes chorros de plasma procedentes del Sol. Un plasma capaz de freir en segundos toda nuestra red eléctrica (de la que la tecnología depende), con consecuencias realmente catastróficas. «Nos estamos acercando cada vez más hasta el borde de un posible desastre», asegura Daniel Baker, un experto en clima espacial de la Universidad de Colorado en Boulder y jefe del comité de la NAS que ha elaborado el informe.
Según Baker, es difícil concebir que el Sol pueda enviar hasta la Tierra la energía necesaria para provocar este desastre. Difícil, pero no imposible. La superficie misma de nuestra estrella es una gran masa de plasma en movimiento, cargada con partículas de alta energía. Algunas de estas partículas escapan de la ardiente superficie para viajar a través del espacio en forma de viento solar. Y de vez en cuando ese mismo viento se encarga de impulsar enormes globos de miles de millones de toneladas de plasma ardiente, enormes bolas de fuego que conocemos por el nombre de eyecciones de masa coronal. Si una de ellas alcanzara el campo magnético de la Tierra, las consecuencias serían catastróficas.
Nuestras redes eléctricas no están diseñadas para resistir esta clase de súbitas embestidas energéticas. Y que a nadie le quepa duda de que esas embestidas se producen con cierta regularidad. Desde que somos capaces de realizar medidas, la peor tormenta solar de todos los tiempos se produjo el 2 de septiembre de 1859. Conocida como «El evento Carrington», por el astrónomo británico que lo midió, causó el colapso de las mayores redes mundiales de telégrafos (imagen bajo estas líneas). En aquella época, la energía eléctrica apenas si empezaba a utilizarse, por lo que los efectos de la tormenta casi no afectaron a la vida de los ciudadanos. Pero resultan inimaginables los daños que podrían producirse en nuestra forma de vida si un hecho así sucediera en la actualidad. De hecho, y según el análisis de la NAS, millones de personas en todo el mundo no lograrían sobrevivir.
El informe subraya la existencia de dos grandes problemas de fondo: El primero es que las modernas redes eléctricas, diseñadas para operar a voltajes muy altos sobre áreas geográficas muy extensas, resultan especialmente vulnerables a esta clase de tormentas procedentes del Sol.

El segundo problema es la interdependencia de estas centrales con los sistemas básicos que garantizan nuestras vidas, como suministro de agua, tratamiento de aguas residuales, transporte de alimentos y mercancías, mercados financieros, red de telecomunicaciones... Muchos aspectos cruciales de nuestra existencia dependen de que no falle el suministro de energía eléctrica.
Ni agua ni transporteIrónicamente, y justo al revés de lo que sucede con la mayor parte de los desastres naturales, éste afectaría mucho más a las sociedades más ricas y tecnológicas, y mucho menos a las que se encuentran en vías de desarrollo. Según el informe de la Academia Nacional de Ciencias norteamericana, una tormenta solar parecida a la de 1859 dejaría fuera de combate, sólo en Estados Unidos, a cerca de 300 de los mayores transformadores eléctricos del país en un periodo de tiempo de apenas 90 segundos. Lo cual supondría dejar de golpe sin energía a más de 130 millones de ciudadanos norteamericanos.
Lo primero que escasearía sería el agua potable. Las personas que vivieran en un apartamento alto serían las primeras en quedarse sin agua, ya que no funcionarían las bombas encargadas de impulsarla a los pisos superiores de los edificios. Todos los demás tardarían un día en quedarse sin agua, ya que sin electricidad, una vez se consumiera la de las tuberías, sería imposible bombearla desde pantanos y depósitos. También dejaría de haber transporte eléctrico. Ni trenes, ni metro, lo que dejaría inmovilizadas a millones de personas, y estrangularía una de las principales vías de suministro de alimentos y mercancías a las grandes ciudades.

Algo que, según el informe, podría ocurrir mucho antes de lo que nadie imagina. La «tormenta solar perfecta», de hecho, podría tener lugar durante la primavera o el otoño de un año con alta actividad solar (como lo será 2012). Y es precisamente en esos periodos, cerca de los equinoccios, cuando serían más dañinas para nosotros, ya que es entonces cuando la orientación del campo magnético terrestre (el escudo que nos proteje de los vientos solares), es más vulnerable a los bombardeos de plasma solar.

Fuente: http://www.abc.es/20100222/ciencia-tecnologia-espacio-sistema-solar/tormenta-solar-mundo-201002221039.html